San Mendes conocido por sus maravillas películas de la saga de James Bond Skyfall y Spectre, es reconocido por haberse formado un nombre en el cine, ya que todo lo que toca lo convierte en un peliculón; sin embargo, a sus 57 años este director británico, llego al celuloide ya debutando en 1999 con aquella reverencia “belleza”, desde entonces Mendes ha sumado 13 títulos que han dejado huella en las butacas de cine y más de 60 premios internacionales. Aquí sus mejores 5 Películas.

El director fundó y dirigió Donmar Warehouse en Londres durante 10 años. Fue el director fundador de Neal Street Productions y The Bridge Project. Su trabajo se ha visto en el Teatro Nacional, RSC, Royal Court, Old Vic, Young Vic, BAM, West End y en Broadway.
Sus películas más icónicas incluyen American Beauty, Road to Perdition, Jarhead, Revolutionary Road, Away We Go, Skyfall, Spectre y 1917.
Dentro de su premios incluyen el Premio de la Academia al Mejor Director y Mejor Película y otras tres nominaciones al Premio de la Academia, cinco Premios BAFTA, tres Globos de Oro, tres premios Tony, cinco premios Olivier, el premio especial Olivier, tres premios Evening Standard, dos premios Directors Guild of America, el premio PGA, el premio Jason Robards y el premio Hamburg Shakespeare.
También ha ganado el Premio del Sindicato de Directores por su trayectoria. Es miembro honorario de la Escuela Nacional de Cine y Televisión y miembro de Peterhouse, Cambridge. Fue nombrado CBE en 2000 y nombrado caballero en 2020 por sus servicios al teatro.
5 – 1917 (2019)

Mendes utiliza el viejo truco de Hitchcock para llevar a cabo un prodigio técnico y estético, escondiendo de manera excelsa las al menos 18 transiciones de su falso plano secuencia, que llevarán consecuentemente al éxtasis visual en un clímax repleto de adrenalina y emoción, y donde el principal objetivo del director es situar al espectador dentro de la batalla, desde el terror de las trincheras hasta la la escalofriante “tierra de nadie”. Si bien cojea en su plana y predecible historia, merece un lugar dentro de lo mejor de su filmografía gracias a su técnica e impacto, situándose sino entre las mejores, si dentro de las más destacables historias sobre la primera guerra mundial. Un ejemplo de prodigio directivo.
4 – Revolutionary Road (2008)

La esperada reunión de Winslet y DiCaprio 11 años después del Titanic, se daría con este poderoso drama de índole matrimonial por parte del esposo de Winslet y experto en las desdichas conyugales: Sam Mendes. La compenetración psicológica y emocional hacía con su personaje lograda por la pareja tanto frente como detrás de cámaras es poco más que impresionante, siendo un foco de empatía inmediata pese a la brutalidad de algunas de sus escenas y las cuestionables decisiones de los personajes. Un relato sobre la hipocresía y la desdicha dentro de esta y muchas relaciones de pareja, Winslet sorprende con su naturalidad y fuerza dramática en un nexo director – actriz impresionante
3 – Skyfall (2012)

Tal vez la mejor película sobre el agente 007. Mendes construye un thriller (no una película de acción, no una película de aventuras) de una experiencia acogedora y tensa que se va desarrollando de manera única dentro de la mitología de James Bond gracias a un libreto que cumple dos requisitos principales: estructurar a un personaje nunca antes estructurado, y dotar a la historia de un ritmo imprescindible que va a la par de las emociones de un Bond más humano y ciertamente más dramático. Si bien Casino Royale comenzó a evolucionar al personaje haciéndolo más vulnerable, ni Connery se hubiera imaginado que 50 años después llegaría Mendes a crear a James Bond, rompiendo la costumbre de solo dibujarlo y colocarlo en escena para salvar el planeta.
2- Road to Perdition (2002)

Uno de los relatos gansteriles por excelencia y que a poco a poco se ha posicionado como lo que se merece, una pieza ya de culto en el subgénero. Mendes a través de su increíble dirección y ritmo hacen que la más rotunda tragedia se convierta en un vehículo de redención paternal con tonos que incluso alcanzan el más fino cine de aventuras ¿Lo más impresionante? Es que a pesar de la brutalidad de su contexto, Mendes se las ingenia para contar todo como si fuera una fábula apta para chicos y grandes. La última y catedrática secuencia tome un significado superior, siendo ya uno de los más bellos momentos visuales, narrativos y actorales del séptimo arte. Si no han apreciado esta cinta como se debe, les sugiero hacerlo una, dos, tres y cuantas veces deban.
1 – American Beauty (1999)

Un clásico que exhibe de manera sofisticada la destrucción del ideal americano. Su atemporalidad es tan intensa como reflexiva, pues Mendes no tiene reparo en revelar los deseos más ruines y carnales dentro de un marco de cambio generacional sumamente interesante y bien descrito: llegando el Boomer al final de su clímax y dejando que el “millennial” y todas su inseguridades, miedos y pasiones se posiciones dentro del ciclo de la vida y el “american way of life”. Fue y sigue siendo un rotundo golpe a los valores más intrínsecos del gringo, pero su maestría fue tan avasallante que al Oscar no le quedó de otra que coronar esta sátira de naturaleza neorrealista con los principales premios de aquella gala. Es una joya