por Catalina Donoso
«Érase una vez… pero ya no» es una comedia musical española, dirigida por Manolo Caro, conocido por otras series de Netflix como «La casa de las flores» o «Alguien tiene que morir».
La serie ha dejado a la audiencia con la boca abierta, por fuertes escenas de arrebatos sexuales, diálogo vulgar, un colorido vestuario de época y contemporánea, que recuerda a las filmaciones del 5to elemento. Esta comedia musical irá narrando las historias de un pueblo, que ha caído bajo un hechizo de desamor; donde nadie en el pueblo puede volver amar.
La serie evoca a los clásicos cuentos de hadas, pero atención que el pueblo no pueda enamorarse, no significa que no pueda ser apasionado, es por ello que este cuento de hadas es ¡solo para adultos!.
La serie está compuesta de 6 episodios de 30 min cada uno aproximadamente, cuenta con un elenco como los cantantes Sebastián Yatra y Nia Correia entre los grandes rostros y el que se roba la serie es Rossy de Palma que una vez más se luce en su categoría de actriz de comedia, por su parte la chilena Daniela Vega interpreta 2 roles como La Bruja y cantante Enamora, bajo un salero de acento andaluz.
«Érase una vez… pero ya no» nos cuenta la historia de dos enamorados que por razones sociales, se convierten en un amor imposible, Diego (Sebastián Yatra) es un simple pescador que se ha enamorado de una joven bella princesa (Mónica Maranillo), pero su amor es interrumpido por los prejuicios sociales de la familia de la princesa que creen que él no es digno de su hija.
Diego para demostrar su amor y la dignidad de aspirar el amor de su princesa, decide ir a la guerra. Allí será traicionado encontrando un fatal destino. Sin embargo, la historia no termina ahí, porque él antes de partir a la guerra hizo un pacto con la bruja, que mientras él no estuviera con la princesa, ni ella ni el pueblo volverían a amar o enamorarse. A su partida el pueblo quedó condenado a nunca poder amar, convirtiendo al pueblo apático y sin encanto.
Los años pasaron y el viejo castillo en la actualidad se convirtió en un hotel, donde los turistas reviven cada día las aventuras de los enamorados hasta que vuelvan a ser reencarnados para romper el hechizo.
A mi parecer la serie me pareció, bastante absurda, pero dentro de lo surreal cae en gracia y te hará reír más de una vez, una serie sin precedentes, que a ratos te preguntas cómo los actores aceptaron a llevar este rol, como el caso de Sebastián Yatra, un cantante reconocido por su público que interpreta en esta serie, el hijo de la dueña del hotel, que trabaja prestando servicios de amoríos personalizados a sus clientes, y le veremos más de una vez bien ligerito de ropa o casi sin nada.
Creo que si pasas el primer capítulo, que por cierto se pasa volando, la serie te irá enganchando, como es corta, y entre risas y aventuras, es una serie para distraerse, sacar más de unas risas y no pensar demasiado.
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