por Catalina Donoso

Este 4 de febrero del 2022, a solo tres días desde el año nuevo chino y casi 14 años después del icónico espectáculo de las ceremonias de los Juegos de Verano, el Estadio Nacional de Beijing, también conocido como ‘El Nido de Pájaro’, volvió a recibir al mundo con una ceremonia de Apertura olímpica; esta vez, para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.

Todos los ojos estaban puestos en la antigua ciudad imperial, pues de todas las aperturas olímpicas, Beijing 2008 dejó a todos con la boca abierta, y hasta la fecha ningún país ha podido igualar su maestría. Sin embargo, el espectáculo de luces, y pirotecnia, no fue suficiente ni para la audiencia ni para los televidentes, con un esquema olímpico muy marcado, daba la impresión que interrumpía la ceremonia.
Una inauguración simpática y acogedora, con cantos infantiles y bailes llenos de ternura, fueron el fondo para recibir a los deportistas, donde poco pudimos divisar a los atletas, con tanta ropa de abrigo y mascarillas.

La ceremonia fue larga con casi 3 horas y media de duración, una ceremonia sencilla sin pretenciones y con un solo mensaje de parte del comité olímpico la paz mundial y la unidad para formar una sola nación en común.
La próxima ceremonia a Ceremonia de Clausura, que también se celebrará en esta sede, presentará a la próxima sede olímpica y ambos alcaldes intercambiaran la bandera olímpica de sus ciudades, por su parte la llama olímpica viajara a Italia, Milán y Cortina-D’Ampezzo, que acogerán los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.