Cristian Contreras Radovic anuncia su candidatura a la presidencia de chile

Cuando se cumplen ya tres años del actual gobierno una carrera por las próximas elecciones se aproxima a la vuelta de la esquina, es por ello que muchos son los nombres de los candidatos que salen a relucir para postular a unas elecciones que no serán faciles de ganar, puesto que es sabido por la historia que después de un gobierno de derechas es difícil que se vuelva a suceder, sobre todo cuando el porcentaje de popularidad del gobierno actual está por muy debajo de lo deseado.  Si a eso le añadimos una crisis económica mundial protagonizada por la pandemia, vemos que los puntos que se manifestaron del pasado 18 de Octubre se han agudizado aún más.
Dentro de los posibles nombres a los candidatos a la presidencia se encuentra el reconocido periodista y Doctor en filosofía Cristian Contreras Radovic, presidente del partido Centro Unido, quien ya ha manifestado su interés a la candidatura presidencial en los periódicos nacionales, así como en programas televisivos como Vive junto al periodista Julio Cesar Rodrigues, o Radio Portales de Santiago, donde ha expresado cuales son los cambios que pueden salvar a la nación de entrar a una mayor crisis.
A continuación les dejo la carta que Dr. Contreras Radovic hace llegar al pueblo Chileno para anunciar su candidatura.

CARTA ABIERTA AL PUEBLO DE CHILE
“POR UN NUEVO CHILE, MÁS CONSCIENTE Y UNIDO”

Queridos compatriotas, ciudadanos, jóvenes, pueblo de Chile:

No nos engañemos más, unos y otros. Nuestro país enfrenta una verdadera catástrofe civilizatoria similar a la que detonó el 11 de septiembre de 1973, esto es, un fracaso de la sociedad y su clase gobernante. Derechas e izquierdas, capitalistas y comunistas se han corrompido por el poder y conducido a Chile por el camino del resentimiento, la desigualdad y un amplio despliegue de vicios surgidos de las formas más oscuras de la materia. La soberanía popular- democrática ha sido reemplazada definitivamente por una soberanía parlamentaria-partidista, una oligarquía que trabaja para las élites, no para el pueblo de Chile. Tenemos un problema estructural que requiere una solución estructural.

Nuestros defectos y conflictos psicológicos representan las carencias de toda la humanidad. La envidia y el odio que corrompen la mente y el corazón nos ha impedido llegar al éxito y la felicidad que tanto se anhela. Con el fin de perpetuarse, los errores humanos necesitan mantenerse en la oscuridad de la mente para que la persona pueda ignorarlos o negarlos. Por ello, la admisión de nuestras propias deficiencias y faltas colectivas debe ser pública, para sacarlas a la luz, sublimarlas y recuperar aquella energía que nos pertenece y nos ha sido arrebatada. Es tiempo de enfrentar nuestros errores y vencerlos.

Iniciamos un año 2021 confinados en las casas, sin poder socializar ni ver a la propia familia, bajo un estado de emergencia permanente con las libertades restringidas, toque de queda, mascarillas en los rostros, un estallido social latente y prisioneros de un miedo irracional a un virus que se ha propagado a los cuatro vientos por los parlantes de los medios de comunicación masivos. La cesantía bordea los casi 3 millones de personas. La informalidad se ha disparado, al igual que la delincuencia. La economía media apenas subsiste de un día para otro. Las industrias turística y alimentaria, vitales para el desarrollo de las regiones, están quebrando en pleno verano frente a nuestros ojos.

Nunca antes en toda la historia se había tenido a Chile tan endeudado como ahora, con una deuda externa que se eleva al 84% del Producto Interno Bruto. No hay apoyo al deporte competitivo, tampoco al arte, menos a la cultura, la lectura y la ciencia. El costo de la vida, la vivienda, la locomoción, la alimentación y la salud ha subido estrepitosamente durante las últimas décadas, mientras que la mala educación es la regla común. Tampoco existe ni un solo referente religioso digno de imitar, por lo que gran parte de la juventud deambula por las calles sin sentido. En este país ya no hay ningún sueño que soñar.

Transcurridas cinco décadas del experimento capitalista de los Chicago Boys y su mentor Milton Friedman, la necesidad de lucro para que la empresa privada sobreviva a la competencia del mercado ha llevado a la corrupción de los valores, ante la imperiosa necesidad de vender un producto. En efecto, para lograr el crecimiento de la venta se ha rebajado la calidad de los productos y el nivel de los servicios. Así es como se ha vuelto popular lo grotesco, la televisión ramplona, agresiva y de mal gusto, la música decadente, el culto a la suciedad y la violencia, el lenguaje grosero, la literatura carente de contenido que sirve sólo para agradar, el periodismo

morboso, tendencioso y escandaloso junto a un terrorismo narcótico disfrazado de reivindicación social. Queda claro que el lucro, el crecimiento y la riqueza, que son el motor económico de las empresas, inciden poderosamente en la decadencia de valores que deben ser acomodados a los gustos de las masas.

¿Es esta la vida que queremos? Ciertamente, las derechas e izquierdas amarán lo que está sucediendo y querrán que nada cambie con tal de perpetuarse en el poder. Pero esta no es una vida verdadera, menos una herencia agradable que dejar a nuestros hijos y nietos. ¡Toma consciencia!

Chile padece un grave problema de abundancia de riqueza material acompañada de miseria emocional y cognitiva, junto con un alma oscura y pensamiento crepuscular. Nos hemos convertido en una nación sumamente materialista, pesimista, individualista e intolerante. El “dios dinero” se ha situado en el corazón de toda actividad y terminado por corromper las 8 bases del Estado, que es la más grande de todas las organizaciones porque es la única que integra a todas las demás.

El Estado de Chile se desmorona a la vista de todos y es un reflejo de lo que ocurre en otros capitalismos de América. Hoy, toda la Región corre el riesgo de quedar bajo el control de una dictadura globalista y desaparecer para siempre como naciones soberanas, independientes y autónomas. Los poderosos bloques del Hemisferio Norte y sus proyectos mundiales buscan perpetuarnos como países desechables destinados a la servidumbre. La historia es categórica en este sentido: Jamás un país poderoso ha buscado el desarrollo de los países débiles, más bien los explotan. Lo mismo le ocurre a África.

Llegado este momento, el Destino de América depende de lo que suceda en Chile. Es tiempo de cambiar y dejar atrás todo lo miserable que se ha sido. Es tiempo de hacer algo digno del recuerdo eterno de las grandes civilizaciones de la historia.

Transformemos al país en el corazón de una nueva cultura para América, original y auténtica. La Octava Civilización dentro del gran Plan Cósmico o Plan Divino, la nuestra, la más grande de todas las culturas de la Tierra porque es la única que integra a todas las demás, la síntesis final entre Oriente y Occidente, América, reflejo del orden cósmico del ser divino del Universo.

¿Cómo hacerlo? Implementando 8 Grandes Reformas del Estado en los campos de la educación, filosofía, política, economía, administración, antropología, religión y calendario. Hagamos de Chile una potencia mundial, el principal referente de una nueva visión, un nuevo ejemplo, un nuevo paradigma, un nuevo sueño digno de ser soñado. Unidos como nación y naciones, pueblo y pueblos, podemos transformar a nuestra tierra bendecida de riqueza natural en un ejemplo de amor, unidad, sabiduría y libertad. América está destinada a levantar la voz y traer el orden al mundo.

Gobernar no es sólo administrar el poder, también es educar, y sólo se educa con el ejemplo que es el que cambia las costumbres y luego los países. No lleguemos a la muerte sin antes cumplir nuestra misión. En el futuro existe un lugar inmensamente mejor para vivir. Sean conscientes que el momento para evolucionar y crear una nueva sociedad infinitamente mejor, es ahora. ¡Vamos por ella!

Durante este año 2021 enfrentaremos una gran decisión en nuestro fuero íntimo que sellará el Destino de Chile y América. Un camino nos llevará al amor, la unidad, la libertad y la sabiduría. El otro mantendrá al pueblo soberano en el odio, la división, la esclavitud y la ignorancia. Les deseo que tomen consciencia de esta síntesis para elegir correctamente cuando tengan que hacerlo. Es hora de saber si estamos preparados para grandes tareas. ¡Es tiempo de levantar el Gobierno de la Conciencia!

Seamos protagonistas, no actores secundarios. Seamos nosotros los héroes que se necesitan para la evolución de Chile y todo el continente. Seamos los más sabios. Construyamos campeones que sean ejemplos para la juventud. Seamos dignos de los grandes espíritus ancestrales de la Naturaleza, nuestros pillanes y de la gente de la Tierra que ya no está. Conectémonos con las energías del Sol, la Luna y el Centro de la Galaxia.

Por un Nuevo Chile, más consciente y unido.

Dr. Cristián Contreras Radovic Centro Unido

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