El certamen encaró su 68.ª edición con estrictos protocolos sanitarios
La mitad de invitados, 159 pases y 65 películas menos. El festival de cine de San Sebastián encaró su 68.ª edición con estrictos protocolos sanitarios, pero con la promesa de caras conocidas del panorama español y alguna que otra estrella internacional. Y así fue. Johnny Depp, como productor del documental sobre Shane MacGowan, y Viggo Mortensen, como homenajeado con el premio Donostia, se pasearon por los alrededores del Kursaal ante la atenta mirada de los fotógrafos.
Al primero se le reconoce por tener un estilo bohemio francés. Su primera aparición la hizo en vaqueros, camisa abierta, chupa de cuero y boina. Lo remató con gafas de sol de estilo aviador y con sus ya icónicos anillos tipo sello, algo que heredó del personaje de Jack Sparrow. Para la alfombra roja se reservó un traje azul marino, camisa blanca con el cuello subido, sombrero a juego y gafas redondas con lentes amarillos tintados.
Por su parte, Mortensen llegó al hotel que aloja a los invitados del festival luciendo una camiseta con el mensaje “me verás volver” seguido del escudo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Un lema que utilizan los seguidores del equipo para exigir que se apruebe la ley de Rezonificación con la que esperan poder regresar al barrio de Boedo y construir allí el futuro estadio. Para la ceremonia donde recibió emocionado el premio Donostia se enfundó un traje azul marino, camisa blanca y pajarita negra.
Ingrid García-Jonsson fue otra de las grandes sensaciones del festival. La protagonista de Explota, explota irradió estilo y personalidad en cada aparición, regalando uno de los looks más memorables del certamen, el traje lila de lentejuelas de estilo oriental firmado por Gucci. Natalia Millán, su compañera de reparto, también estuvo a la altura con un traje negro con flores rojas estampadas.
La aparición de la pareja profesional y sentimental formada por Blanca Suárez y Javier Rey era de las más esperadas. Ambos presentaban El verano que vivimos, la película en la que se enamoraron. Para la alfombra roja, Suárez eligió un vestido de tul gris, asimétrico y con muchos volúmenes, de la diseñadora española Valenzuela Atelier. Rey posó acompañado del director del filme, Carlos Sedes, con traje azul compuesto por americana de solapa grande, pantalón recto y zapato blucher. Todo de Pedro del Hierro.
Nerea Barros defendió a la perfección un total look de Chanel. La gallega, que retomó su trabajo de enfermera y ayudó en una residencia de ancianos durante el periodo más duro de la crisis de la Covid-19, presentó su primera incursión en el cine de terror enfundada en una de las últimas propuestas de Virginie Viard, la nueva diseñadora y mano derecha del fallecido Karl Lagerfeld.
María Pedraza se enfundó uno de los diseños más atrevidos de la alfombra roja, un diseño repleto de volantes y transparencias de Valentino.
Paz Vega, que presentaba su nuevo trabajo El lodo, se decidió para la ocasión por un conjunto de dos piezas compuesto por una camisa blanca con grandes hombreras y un pantalón de estilo culotte rematado con un gran cinturón. Un conjunto con una silueta inspirada en las mujeres sufragistas, quienes desterraron los trajes encorsetados y liberaron los cuerpos femeninos.
Otra mujer que sigue imparable en la industria cinematográfica es Elena Anaya, esta vez con la película de Woody Allen, Rifkin’s Festival. La intérprete inauguró el certamen enfundada en un minivestido de lentejuelas con grandes hombreras y volúmenes, a juego con las sandalias de Jimmy Choo.
Positive Diva Magazine 