por Catalina Donoso

Se presenta la tercera adaptación de «Muerte en el Nilo», basado en la novela del mismo nombre, de la reina del misterio, Agatha Christie, con su personaje más icónico, el detective belga Hércules Poirot, quien no tendrá descanso, pues en medio de sus vacaciones por el Nilo, tendrá que resolver un misterioso crimen sobre el barco que conduce a los más elegantes invitados, incluyendo a los recién casados, será difícil saber quién es el asesino de semejante crimen pues todos tienen un motivo, celos, traición, y pasión desenfrenada subirán la temperatura del ya ardiente viaje por el Nilo.

La novela de Agatha Christie de 1937, ha cautivado a muchos cinéfilos pues se ha llevado a la pantalla en 3 ocasiones, la primera en el film del 1978 dirigida por John Guillermin, contaba con un elenco de primera, como Peter Ustinov, Bette Davis, Mia Farrow, David Niven, Angela Lansbury, y Maggie Smith. La película fue aclamada por la crítica y obtuvo una diversidad de reconocimientos; entre ellos Oscar: Mejor vestuario, Globos de oro: Nominada a Mejor película extranjera, Premios BAFTA:4 nominaciones ganando Mejor diseño de vestuario.
En el 2004 se presentó Agatha Christie’s Poirot – Death on the Nile (TV) una película versión para la televisión, donde vemos a una joven Emily Blunt, esta última serie se puede encontrar en YouTube bajo el mismo nombre, yo me he visto varias y son muy buenas. Ambas películas, presentan la belleza de Egipto, y la majestuosidad de sus templos, bajo un sol ardiente del bajo reino de Egipto.

La nueva y osada versión, que presenta el director, nominado a la academia este año por su film Belfast, Kenneth Branagh, desafía al público con una nueva presentación remontando los orígenes de Poirot y cambiando algunos los personajes, para hacer de esta adaptación más inclusiva.
Debo confesar que le tenía cero fe, a Branagh pues después de ver «ASESINATO EN EL EXPRESO DE ORIENTE» con un tremendo elenco no me convenció, su sobreactuada representación del detective Poirot y su mal acento belga fueron imperdonables. Por fortuna, no fui la única que pensó lo mismo, y esta vez Kenneth Branagh , suaviza su interpretación de detective para dar más protagonismos a los personajes.
La película es muy bella de ver, con un gran presupuesto, un vestuario exquisito, una lujosa ambientación de los años dorados y más elegantes de 1930, la película está presentada en un hermoso formato y cuidado hasta el mínimo detalle, con una cautívante fotografía. Sin embargo, para mi decepción, las tomas de Egipto, son recreadas y a diferencia de sus films antecesores, se puede observar los míticos e impresionantes templos alrededor del Nilo como los de la ciudad de Luxor, Aswan, Abu Simbel.
La primera parte de la película resulta muy agradable de ver, pero quizás la segunda parte resulta algo densa y hace que el film parezca más largo. Para aquellos que se han leído la novela y saben quien es el asesino, se llevaran más de alguna sorpresa, porque en esta versión hay más de algún cambio que la novela original.

El film cuenta con un elenco cautivador Gal Gadot, Armie Hammer, Tom Bateman, Annette Bening, un irreconocible Russell Brand, Ali Fazal, Dawn French, Rose Leslie, Emma Mackey, Sophie Okonedo, Jennifer Saunders y Letitia Wright.
Como curiosidad cualquiera que haya leído Muerte en el Nilo de Agatha Christie recordará que un collar de perlas, robado a la heredera Linnet Doyle, juega un papel clave en la novela de 1937, la cual gira en torno a una serie de asesinatos a bordo de un barco de vapor egipcio conocido como The Karnak. Sin embargo, cuando Kenneth Branagh firmó para adaptar el clásico de Hércules Poirot a la pantalla, decidió subir la apuesta en cuanto a las joyas.

En lugar de un delicado collar de perlas, el diseñador de vestuario Paco Delgado adquirió el Fancy Yellow Tiffany Diamond de 128.54 quilates (famoso diamante amarillo que llevó Audrey Hepburn para promocionar Breakfast at Tiffany’s) para que Gal Gadot lo usara al interpretar a Doyle. La piedra tallada en forma de cojín, que normalmente está guardado en una vitrina cerrada con llave en la tienda flagship de la marca en la Quinta Avenida, sigue siendo uno de los diamantes amarillos más grandes del mundo, incluso 100 años después de que fuera descubierto en la mina Kimberley de Sudáfrica.
Se sintió surrealista’, dice Delgado sobre el acceso a la piedra para la producción. ‘Es una pieza de joyería tan emblemática. Por razones de seguridad, y debido a la naturaleza de la trama, Tiffany & Co nos hizo varias réplicas para la película. El nivel de seguridad necesario para proteger el [diamante amarillo] original es simplemente notable. Es realmente una estrella de la producción por derecho propio’. Más allá de la joya statement, el diseñador nominado al Oscar también buscó en los archivos de la marca de la época y, en última instancia, buscó joyería contemporánea de Tiffany que imitaba su esplendor Art-Deco.
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