«El fotógrafo de Minamata» un film humano y potente que como su misma historia lucha por ser visto.

por Catalina Donoso

Quizás una de las películas más bellas que haya visto este año, con una intensidad de valor humano que ha traspasado la pantalla, con temas muy complejos y difíciles de reflejar; este drama biográfico ha sabido transcribir esta tragedia nipona de una forma artística y sutil para dejar un claro mensaje de auxilio que hasta la fecha sigue afectando al planeta. El film nos adentra en la vida de W. Eugene Smith uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX. 

‘El fotógrafo de Minamata’ recrea el viaje a Japón, que Smith efectuó en 1971. La activista Aileen Mioko quien luego sería su esposa y describe en su libro la narrativa del film, viajó a Nueva York en 1971 en búsqueda del prestigioso fotógrafo Eugene Smith un glorioso y célebre fotógrafo que gráfico las instantáneas en tiempos de la II Guerra Mundial, siendo la figura más importante de la revista ‘LIFE’ la revista solía tener en aquel entonces siete millones de ejemplares de tirada en su momento de mayor auge, una de las más importantes en el fotoperiodismo mundial, allí se publicó Death-Flow From a Pipe (“La muerte que fluye de una tubería”, número del 2 de junio de 1972), sobre la enfermedad de Minamata. Luego vendría en 1975 la publicación del álbum de fotografías Minamata; Words and Photographs (“Minamata; palabras y fotografías”; W.E. Smith y A. M. Smith), que dio a conocer internacionalmente la enfermedad. 

A la izquierda: Death-Flow From a Pipe, publicada en la revista Life (2 de junio de 1972). A la derecha: MINAMATA: Words and Photographs, de W. Eugene Smith y Aileen Mioko Smith (1974).

La película nos adentra primero en el periodo ocaso del fotógrafo Eugene, que sumergido en el alcohol y la depresión; ve en este viaje una salida para resurgir en su carrera. Aunque una vez en Japón se ve envuelto en este drama de polución industrial y sus terribles efectos sobre la gente. Es por ello que habrá una cierta simbiosis, donde Eugene podrá vencer sus vicios y salvar su oscura y depresiva alma, para sacar las fuerzas y salvar a los pobladores nipones. 

La revista Life lo envía a la ciudad costera japonesa de Minamata, cuya población ha sido devastada por el envenenamiento por mercurio, resultado de décadas de negligencia industrial. Smith se sumerge en la comunidad y sus imágenes le dan al desastre una dimensión humana desgarradora.

Este film como la vida que refleja, ha pasado por grandes pruebas, ha sido retrasado por la pandemia y además censurado por las grandes cadenas para su propagación, algunos por temor a las represarías del actor y productor Johny Deep; sin embargo los fans alrededor del mundo le han apoyado infinitamente, y es lamentable que esta pieza de arte sea también castigada por algunos, pues es un film digno de una nominación a los grandes premios de la academia cinematográfica.

Debo admitir que al principio no me esperaba tanto de este film, sin embargo me pareció excelente, una tremenda escenografía, la dirección de fotografía fue extraordinaria, la música es sublime a la que contribuye especialmente la partitura de Ryuichi Sakamoto conocido por la fabulosa creación de la banda sonora como el último emperador.

No entiendo, como se le puede censurar a Depp cuando los años de experiencia y sus más de 60 películas avalan su fuerte interpretación, Johnny Depp demuestra una vez más una soberbia y majestuosa interpretación porque en su simpleza, se conecta con el espectador, su humildad al aceptar el ocaso de la vida y volver a creer en sí mismo como en la población de Minamata, que agonizante clama por su ayuda, viaja en el tiempo y espacio para que el espectador sienta no solo su pesar pero el ánimo de empatizar con los pueblerinos para salvar no solo sus vidas sino también sus almas.

Es un film muy difícil de visualizar en la pantalla por el drama de los mismos protagonistas; que además de mostrar sus adoloridos y dañados cuerpos, sus esperanzas se ven mermadas y agonizantes, siendo aplastadas por la gigantesca empresa que antepone su prioridad mercantil, ante la salud del pueblo y del medio ambiente.

El director logra que algo tan complejo de reflejar en pantalla sea visualmente hermoso con el conjunto de coloridos entrelazados y superpuestos de diferentes habitaciones, jugando con los rojos de los revelados, los paisajes también juegan una parte importante incorporando las tradiciones niponas con dulzura y majestuosidad. 

El fotógrafo Eugene Smith solía decir que solo tomaba fotos en blanco y negro, por lo que la película juega con los colores y los colores neutros, dividiendo las imágenes en lo que vemos y lo que grafica el fotógrafo en sus instantáneas, es por ello que las fotografías las vemos como si el mismo estuviera allí en blanco y negro otorgando esa belleza artística a casa fotografía.  

El film íntegramente emite una concienciación de un hecho muy importante y que aún está en acción hasta nuestros días.

Trailer

Sobre la vida de W. Eugene SmithUn periodista de talla mundial en un pueblo de pescadores de Japón

Eugene Smith fotografiando la fábrica de Chisso en Minamata desde las montañas posteriores (imagen de 1971)

Aunque quizá ya no sea así, en otra época eran muchas las personas que al oír el nombre de Minamata pensaban de inmediato en W. Eugene Smith o en la enfermedad de Minamata. Han pasado ya 63 años desde que el 1 de mayo de 1956 dicha dolencia fuera categorizada como uno de los mayores desastres medioambientales simbólicos del siglo XX; sin embargo los juicios aún continúan.

Eugene nació en 1918, en Wichita, Kansas. Fue un fotoperiodista de talla internacional. Se acercó a las vidas de todo tipo de personas y las retrató en sus ensayos gráficos. Como corresponsal de guerra durante la Segunda Guerra Mundial escribió sobre Saipán, Guam e Iwojima, y en 1945 fue gravemente herido en Okinawa por un obús del ejército japonés. Sufrió 32 operaciones en el espacio de dos años, y a pesar de ello le quedaron cerca de las vértebras del cuello fragmentos del obús que no le pudieron extraer. Posteriormente trabajó en fotografías cuyo tema era el amor humano, como Country Doctor (“Médico de campo”, 1948) o Dr. Albert Schweitzer (1954). En 1971 oyó hablar de un serio problema de salud pública que estaba ocurriendo en un pequeño pueblo de pescadores de Japón llamado Minamata; tenía más de 50 años cuando comenzó a trabajar en ello.


Eugene Smith fotografiando la fábrica de Chisso en Minamata desde las montañas posteriores (imagen de 1971)

En aquella época la revista semanal Life, con siete millones de ejemplares de tirada en su momento de mayor auge, una de las más importantes en el fotoperiodismo mundial, publicó Death-Flow From a Pipe (“La muerte que fluye de una tubería”, número del 2 de junio de 1972), sobre la enfermedad de Minamata. En 1975 se publicó el álbum de fotografías Minamata; Words and Photographs (“Minamata; palabras y fotografías”; W.E. Smith y A. M. Smith), que dio a conocer internacionalmente la enfermedad.

En 2020 se estrenará Minamata, película protagonizada por Johnny Depp, en la que el actor dará vida a Eugene en los días en que cubría la enfermedad en Japón.


A la izquierda: Death-Flow From a Pipe, publicada en la revista Life (2 de junio de 1972). A la derecha: MINAMATA: Words and Photographs, de W. Eugene Smith y Aileen Mioko Smith (1974).

La enfermedad de Minamata causada por polución más simbólica del siglo XX

La enfermedad de Minamata es una dolencia que causa graves daños en los miembros del cuerpo y los cinco sentidos, pérdida de visión y parálisis de los nervios cerebrales, y se ve provocada por la ingestión de pescado y marisco contaminados por vertidos al mar, como los de metilo de mercurio que realizó en su día la empresa de productos químicos Chisso desde su fábrica de Minamata, en la prefectura de Kumamoto, al mar de Shiranui / Yatsushiro. Los casos más graves implican la muerte del paciente. En el caso de una madre embarazada que haya ingerido pescado contaminado con metilo de mercurio, dicho mercurio traspasa la placenta y daña al feto; en esos casos el enfermo padece lo que se denomina enfermedad congénita de Minamata. Los pacientes no solo sufren la enfermedad en sí, sino que han padecido todo tipo de resentimientos debido a las compensaciones que reciben, además del dolor que les causan los interminables juicios.

El desagüe de vertido Hachiman. Desde 1932 hasta 1968, la fábrica continuó realizando vertidos directos al mar, incluyendo metilo de mercurio, sin ningún tipo de control (imagen de 1972)

El 1 de mayo de 1956 la enfermedad de Minamata fue reconocida oficialmente, pero no fue hasta 1968 cuando el Gobierno llegó a una visión unificada sobre las causas de la dolencia, y los vertidos continuaron hasta ese momento, con lo que los daños también siguieron extendiéndose. Hasta la fecha han sido más de 17.000 las personas que han solicitado en Kumamoto y Kagoshima ser declaradas pacientes de dicha enfermedad, aunque apenas 2.000 lo han conseguido. Sin embargo no se han realizado investigaciones pertinentes como para saber a ciencia cierta si se trata de la enfermedad de Minamata o no, y algunas de ellas han fallecido antes de poder realizarse el reconocimiento oficial, o no han podido presentar su solicitud por algún motivo, por lo que se sigue sin tener una idea clara de cuántas personas se han visto afectadas. Hoy día se estima que son más de 1.700 los pacientes que solicitan dicha certificación en las prefecturas de Kumamoto y Kagoshima.

La enfermedad de Minamata es el legado negativo de la sociedad moderna, que ha progresado mediante el favorecimiento de la actividad económica y los beneficios por encima de cualquier otra consideración. El dolor de los afectados por este problema aún no ha terminado.


El desagüe de vertido Hachiman. Desde 1932 hasta 1968, la fábrica continuó realizando vertidos directos al mar, incluyendo metilo de mercurio, sin ningún tipo de control (imagen de 1972)

Cuaderno de Minamata (1971-2012), de Ishikawa Takeshi Un encuentro trascendental

La mirada penetrante de Eugene, durante una reunión de afectados por la enfermedad de Minamata (fotografiado en 1972)

Existe una persona que compartió techo y comida con Eugene por motivo de la enfermedad de Minamata. Ishikawa Takeshi, el fotógrafo que por una extraña casualidad trabajó con él, nos cuenta la historia.

“En aquella época (1971) yo vivía en Harajuku. Acababa de graduarme de la escuela de fotografía”, cuenta Ishikawa. Había visto la exposición “Let Truth Be the Prejudice” (Que sea la verdad el prejuicio), y unos días después vio al propio Eugene en Harajuku, por casualidad. Reunió valor y fue a hablar con él. “¿Es usted Eugene Smith?” “Sí”, contestó él, sonriendo. “Me encantó la exposición”, dijo, a lo que Eugene respondió: “¿Tú también eres fotógrafo? ¿Te apetece venir a casa un rato?”. No tenía razón alguna para rechazar la invitación de aquel artista de renombre mundial. Y ni en sueños habría imaginado que aquel sería el detonante para que Eugene lo empleara como ayudante durante tres meses, que terminaron siendo tres años, para fotografiar la enfermedad de Minamata. Eugene alzaba la “pequeña voz” de la fotografía para hablar en lugar de aquellas personas arruinadas por la enfermedad.


Los Smith habían alquilado una vieja casa, propiedad de Mizoguchi, un enfermo de Minamata (imagen de 1972)

Entre 1971 y 1974 Ishikawa trabajó con Eugene y su esposa Aileen Mioko Smith como ayudante. Tras el periodo de fotografía, en 1975 le pidieron que los ayudara con la publicación en inglés del libro de fotografía Minamata, así como con una exposición, de modo que Ishikawa viajó a Nueva York. No obstante, Ishikawa no llegó nunca a considerar la enfermedad de Minamata como un tema personal. Siempre pensó que la dolencia era un campo exclusivo de Eugene.


La mirada penetrante de Eugene, durante una reunión de afectados por la enfermedad de Minamata (fotografiado en 1972).

Minamata revisitada

En otoño de 2008 se realizó en Kioto una reunión para conmemorar los treinta años desde el fallecimiento de Eugene. Acudieron más de 150 personas, pero es curioso que solo dos o tres de ellas llegaran a conocerlo directamente. ¿Qué sería lo que vio el fotógrafo en Minamata? ¿Qué pensaba? Ishikawa sintió deseos de ver de nuevo el lugar. Durante esos cuarenta años se había mantenido en contacto de vez en cuando con los afectados, y quiso regresar al pueblo, considerando la enfermedad como un tema ya propio. “Aquel fue un viaje centrado en el legado de Eugene y en mi propia fotografía”.

En 2012 publicó Minamata Note (1971-2012) (Cuaderno de Minamata (1971-2012)), una recopilación de las imágenes que había sacado en la década de 1970 en Minamata, hasta ese momento mantenidas a buen recaudo, con nuevas fotografías de los pacientes sacadas, en lo posible, en los mismos lugares. Habían pasado más de cuarenta años, el mar contaminado había ido ganando terreno y algunas personas ya habían fallecido, pero todos recordaban. Deseaba dedicarme a la tarea de Eugene, quien se había encargado de presentar al mundo las pruebas de la dura vida de los enfermos de Minamata.

Referencias: información sobre minamata articulo Minamata: un homenaje a W. Eugene Smith

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