
por Catalina Donoso
El fenómeno del K-pop sigue expandiendo sus fronteras, y esta vez lo hace con una propuesta cinematográfica vibrante, colorida y llena de energía: Las Guerras del Pop (K-Pop Demon Hunters). La película, producida por Sony Pictures Animation —los mismos creadores de Spider-Man: Into the Spider-Verse—, combina música, acción, fantasía y humor en una aventura que promete conquistar tanto a fanáticos del género como a nuevos espectadores.
Dirigida por Maggie Kang y Chris Appelhans, y con guion de Hannah McMechan y Danya Jimenez, esta cinta nos transporta al brillante universo del K-pop, donde el espectáculo y el peligro conviven detrás de cada nota.
Guardianas del ritmo y del alma
Detrás del glamour y los brillos del escenario se esconde un secreto: esta banda femenina no es solo un grupo de idols, sino un escuadrón de guerreras guardianas que durante años ha protegido a la humanidad con su energía positiva y su música.
Pero el equilibrio se rompe cuando los demonios, cansados de vivir en las sombras, deciden crear su propia banda. Con ritmos tan pegajosos como hipnóticos, logran atraer a miles de seguidores que, fascinados por el nuevo sonido, asisten a conciertos donde los demonios buscan absorber la energía vital de los humanos y robarles el alma.
Para una película dirigida principalmente a adolescentes, esta premisa es audaz y casi revolucionaria: detrás del color y la comedia se esconde una reflexión sobre la influencia de la música, el poder del entretenimiento y los límites entre la admiración y la adicción. ¿Es solo una fantasía o una metáfora de los peligros de una cultura que a veces consume a sus propios fans?
Entre la acción y la inspiración
Las Guerras del Pop logra mezclar acción, humor y misticismo con un mensaje poderoso de liderazgo femenino y amistad. Las protagonistas son verdaderas “guerreras del pop”: mujeres fuertes, solidarias y creativas que demuestran que el talento puede ser una fuerza protectora y luminosa frente a la oscuridad.
Visualmente deslumbrante, la película destaca por su estética vibrante, sus coreografías impecables y un ritmo que nunca se detiene. Es una experiencia musical y emocional que captura el espíritu del K-pop en toda su intensidad.
Más que una moda: una cultura global

El K-pop ya no es solo un género musical; es un movimiento cultural que une a millones de personas alrededor del mundo. Grupos como BTS, Blackpink o Twice han demostrado que la música coreana puede trascender idiomas y fronteras, inspirando a nuevas generaciones a soñar y a expresarse.
Las Guerras del Pop celebra esa energía global, pero también nos recuerda que, incluso en el brillo del escenario, puede haber sombras que solo la autenticidad y la unión pueden vencer.
Dónde verla
Disponible en Netflix, y también en cines del 31 de octubre al 2 de noviembre, esta producción es una cita imperdible para todos los que aman la música, la animación y las historias con alma.
Porque las verdaderas estrellas no solo brillan en el escenario: protegen, inspiran y transforman.
Detrás de las voces y la música de Las Guerras del K-Pop

El fenómeno de Las Guerras del K-Pop no solo conquistó por su historia fantástica y su vibrante animación, sino también por el poderoso trabajo que hay detrás de sus voces y su banda sonora. Cada personaje tiene un timbre único, una energía distinta y una historia musical que los hace inolvidables.
La líder del grupo, Rumi, cobra vida gracias a Arden Cho, quien logra transmitir esa mezcla de humor, fuerza y sensibilidad que define al personaje. A su lado, May Hong interpreta a Mira, la bailarina principal y mente estratégica del equipo, con una voz que combina temple y dulzura.
Ji-young Yoo, en tanto, se encarga de Zoey, la rapera del grupo, aportando ese carácter desafiante y rebelde que equilibra al trío.
Y completando el elenco, el carismático Eric Nam —cantante y actor coreano-estadounidense— interpreta a Kai, el aliado de las guerreras. Su voz aporta calidez, ternura y un encanto especial que conecta de inmediato con el público.
Pero el encanto vocal no termina ahí. En el apartado musical, la magia se multiplica con las voces de EJAE, Audrey Nuna y Rei Ami, quienes interpretan las canciones de Rumi, Mira y Zoey, respectivamente.
EJAE brilla con su estilo limpio y emocional, Audrey Nuna aporta un aire moderno y sofisticado, y Rei Ami deslumbra con su mezcla de rap y pop que irradia actitud. Juntas, logran que cada nota refleje la personalidad de las guerreras y que cada canción se sienta como un himno de empoderamiento.
La producción musical, liderada por un equipo de renombre del mundo del K-pop —entre ellos Teddy Park, 24, Jenna Andrews y Lindgren—, es simplemente espectacular. El resultado: un álbum repleto de temas originales como “Takedown”, “Golden” y “How It’s Done”, que combinan ritmos urbanos, pop electrónico y un toque místico que se integra a la perfección con la trama.
Y porque el éxito no se detiene, Netflix amplió la experiencia para los fans. La plataforma lanzó karaokes interactivosque permiten cantar junto a las protagonistas, además de clips detrás de cámaras con entrevistas exclusivas y versiones extendidas de los videoclips más populares, que ya suman millones de reproducciones.
Una propuesta que convierte la película en algo más que un film animado: un auténtico espectáculo musical que trasciende la pantalla.
