
Casi 10 años después de la famosa y querida película Hotel Budapest, Wes Anderson vuelve a las pantallas con otra propuesta genial: The Phoenician Scheme. Para los amantes de Anderson, esta película puede ser una gozada; para quienes no conocen al director, puede ser una tortura, pero estoy segura de que será una aventura emocionante para incursionar en su universo.
Wes regresa con sus colores saturados, diálogos estructurados y fascinantes escenarios prefabricados, como si nos introdujera en una obra de teatro. Para quienes nos hemos dejado arrastrar por las locuras extravagantes de Anderson, esta película es sin duda otra de sus andanzas, además vuelve con el clásico elenco que una vez más invita a la reflexión.
En estos días donde se discute hacer películas con CGI o inteligencia artificial, ver los sets, el trabajo de vestuario y la ambientación es una delicia para los ojos. La cámara apunta a detalles fascinantes, por ejemplo, los cuadros son auténticos y los mismos actores contaron que en el set había guardias de museo para proteger las obras.

Me encantan esos diálogos de humor negro y sarcástico, tan tradicionales en las películas de Anderson. Nunca sabes si estás viendo una tragedia o una comedia negra; su retórica es astuta y combina una ficción desmesurada con lo clásico de la época.
En esta ocasión haremos un viaje a los años 50 para conocer a Zsa-zsa Korda, un magnate europeo de la industria de armamento y aviación que, tras varios intentos de asesinato, decide heredar su fortuna a su hija Liesl, quien está en proceso de convertirse en monja. A pesar de tener una extensa familia mayormente formada por hombres, Zsa-zsa confía solo en su hija distanciada, a quien no ha visto en seis años, y juntos emprenden una aventura para recuperar su nombre mientras evaden a las fuerzas que intentan acabar con su imperio.
A través de una historia de espionaje cómico, donde la traición y los intentos de homicidio exponen la moral cuestionable de los protagonistas, The Phoenician Scheme marca un nuevo hito en la filmografía de Anderson.

Como es costumbre, Anderson saca lo mejor de sus actores y esta película es muestra de ello; aunque algunos tienen solo un pequeño papel, todos se destacan. Me gustó mucho la interpretación de Benicio del Toro como Zsa-zsa Korda, quien lleva el peso de la película con su humor negro genial. Seguro me recordarán cuando vean la película por esta frase mítica: «Por favor, sirva tener una granada de regalo».
También celebro la interpretación de Mia Threapleton como la hermana Liesl, hija de Kate Winslet, quien hace un rol potente, fuerte y encantador. Scarlett Johansson es la prima Hilda. Ya ha trabajado con Anderson en Isle of Dogs y Asteroid City, y ahora vuelve como Hilda.
También forman parte del reparto Bryan Cranston, Benedict Cumberbatch, Tom Hanks y Riz Ahmed, Michael Cera y Willem Dafoe.
