
La saga de John Wick continúa expandiéndose. Después de cuatro exitosas películas y la serie El Continental, ahora llega Bailarina, el primer spin-off oficial del universo creado por Chad Stahelski. Esta nueva entrega se sitúa cronológicamente entre John Wick: Capítulo 3 – Parabellum y John Wick: Capítulo 4, y tiene como protagonista a Ana de Armas en el papel de Eve Macarro.
Eve es una joven que, tras perder a su familia en circunstancias violentas, es adoptada por la organización criminal Ruska Roma, la misma que entrenó a John Wick. Desde niña es moldeada para convertirse en un arma letal, y cuando descubre la identidad del asesino de su padre, inicia un viaje imparable de venganza. En su búsqueda, deberá enfrentarse a las reglas de la Alta Mesa y a los misterios del Hotel Continental, desenterrando oscuros secretos sobre su pasado.

La película, dirigida por Len Wiseman y escrita por Shay Hatten y Emerald Fennell, cumple con ofrecer acción constante desde el primer minuto hasta el final. Peleas bien coreografiadas, crimen organizado y escenarios ya conocidos por los fans del universo Wick están presentes. Sin embargo, Bailarina no logra destacarse ni aportar algo verdaderamente nuevo.
Aunque la historia intenta profundizar en el trasfondo de Eve, la interpretación de Ana de Armas no termina de convencer. A pesar de haber brillado en su breve aparición en No Time to Die, aquí su apariencia delicada y su energía más bien contenida la hacen poco creíble como una asesina capaz de aniquilar a decenas de enemigos. El papel, que claramente exige una intensidad física y emocional mayor, le queda grande. Ana de Armas se enfrenta a un rol exigente y distinto…
Y no es que no tenga talento —lo ha demostrado—, pero quizás este no era su personaje.
A mí, personalmente, no me terminó de convencer.
¡Me resultó más bailarina que asesina!

La trama también peca de falta de originalidad. Nos recuerda inevitablemente a otras películas del mismo género, como Red Sparrow con Jennifer Lawrence o Salt con Angelina Jolie. Incluso si estas producciones no fueron del todo exitosas, sus protagonistas lograron transmitir una fuerza que aquí se extraña.
En definitiva, Bailarina es una película entretenida, ideal para pasar el rato y mantenerse dentro del universo de John Wick. Pero no sorprende. Solo cuando aparece el propio Keanu Reeves la acción parece cobrar una energía distinta, casi como si la historia recién comenzara a tomar vuelo.
