Oro Amargo: Una historia árida que florece bajo el sol de Atacama

Oro amargo

Por Catalina Donoso

Fui a ver la película Oro Amargo, un estreno nacional chileno que llega a la gran pantalla. El film, protagonizado por Francisco Melo , Katalina Sánchez, y dirigido por Juan Francisco Olea, invita al espectador a un viaje por el árido desierto del norte de Chile.

La película es sencilla pero con un sabor árido que hasta seca la boca, evocando esa necesidad de frescura que solo los ojos de Katalina Sánchez nos pueden otorgar.

Como si la juventud de su personaje fuera el único manantial en medio del silencio absoluto que rodea las dunas.

Las tomas aéreas del desierto me fascinaron. Me quedé con gusto a poco, podría haber pasado horas viéndolas. Las rocas, la arena seca y esa inmensa soledad son más que un paisaje: son parte viva de la narración.

La historia se centra en Pacífico (Francisco Melo), dueño de una pequeña mina de cobre y portador de un secreto que marcará el destino de su hija. Sin embargo, rescatar los minerales de las rocas no es un trabajo fácil, y necesitará de un equipo experimentado. Las ambiciones serán su peor enemigo y se interpondrán entre su vida y sus sueños. Así comienza el drama, cuando su hija tendrá que tomar el rol de su padre. Lo que empieza como una historia íntima se convierte en un drama familiar cuando su hija debe tomar el relevo en condiciones adversas.

La película muestra el curso y evolución de una niña a mujer, cómo la vida fuerza y obliga a perder la inocencia de la niñez para convertirse en una mujer que tendrá que darlo todo por sobrevivir.

La interpretación de Katalina Sánchez es muy buena, poderosa y convincente. Lleva al espectador a seguir con frustración cada mala decisión que toma, pero también admirar la entereza con que se levanta. Las ambiciones, la dureza del trabajo y el abandono emocional se entrecruzan para formar un relato potente.

Por su parte, Francisco Melo es sin duda un actor que confirma su rol principal con maestría. Su talento es innato y tan natural que se vio el horror reflejado en muchos espectadores por su sufrimiento. Melo logra que cada persona se estremezca en su butaca, y eso significa que lo que están viendo es realista, porque por un momento, el público se olvidó de que era ficción. Esa conexión entre espectador y actor es fundamental.

Francisco Melo, no solo actúa, también es productor del film, que ya tuvo presencia destacada en la 40ª edición del Festival de Cine de Varsovia.

Oro Amargo es el segundo largometraje de Juan Francisco Olea, tras su muy celebrado debut con El cordero (2014), que fue nominado a los máximos galardones en su categoría en los festivales de Chicago y San Francisco. Su juventud y experiencia han conquistado la cámara por su capacidad de mezclar realismo con ficción y hacer un film natural, que plasma una realidad quizás ajena para muchos en el día a día.

 Una película que nos deja ver un Chile profundo, crudo y lleno de contrastes.

Sin duda, una película que entretiene y agrada, pero también nos deja reflexionando sobre los silencios del desierto y los gritos interiores de quienes luchan por sobrevivir.

Escrita por María Luisa Furché, Francisco Hervé, Moisés Sepúlveda, Agustín Toscano y Nicolás Wellmann, la película está protagonizada por Katalina Sánchez y Francisco Melo, acompañados por Daniel Antivilo, Moisés Angulo, Carlos Donoso y Michael Silva. Es una producción de Juntos Films (Chile), en coproducción con La Santé (Chile), Plotlessfilm (Alemania), Tarkiofilm (Uruguay) y Whisky Content (México). Su distribución internacional está a cargo de Patra Spanou Film.

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