por Catalina Donoso
“Mickey 17” es una película de ciencia ficción que, además de ofrecer una historia fascinante sobre la colonización espacial, toca temas profundos y existenciales que invitan a la reflexión sobre la vida, la muerte y lo que significa ser humano. Dirigida por el talentoso Bong Joon Ho, ganador de varios premios Oscar, la película se sumerge en cuestiones filosóficas y sociales a través de una narrativa intrigante y visualmente impactante.
Desde el principio, Mickey 17 nos invita a reflexionar sobre lo que nos hace humanos. En la antigüedad, los dioses del Olimpo miraban con envidia a los humanos por su mortalidad, ya que esa fragilidad les permitía vivir intensamente y aprovechar cada momento. Este concepto se refleja en la película, que pone en el centro de la trama a un hombre llamado Mickey, quien, como parte de una expedición para colonizar un mundo helado, es un “Expendable” o trabajador desechable. Cada vez que muere, es regenerado en un nuevo cuerpo con la mayoría de sus recuerdos intactos, lo que plantea un dilema existencial: ¿Qué significa la vida cuando puedes morir y regresar una y otra vez?
A través de la figura de Mickey, interpretado de manera excepcional por Robert Pattinson, la película no solo aborda la repetición cíclica de la muerte, sino que también critica de forma sutil, pero potente, las desigualdades laborales y las relaciones en un entorno de trabajo opresivo. La vida obrera y la falta de valor del ser humano en una estructura corporativa deshumanizada son temas recurrentes, mostrando una sociedad futurista que no ha aprendido de los errores del pasado. A través de la figura de Mickey, Bong Joon Ho explora cómo los seres humanos enfrentan sus miedos más profundos y las dinámicas de poder dentro de los equipos de trabajo y las relaciones personales.
La película también se adentra en la creación de una nueva raza superior, una crítica directa a la ideología de Hitler y las políticas de eugenesia. Esta crítica se fusiona con una reflexión sobre el poder, la corrupción social y los peligros de los gobiernos que abusan de su autoridad. La ambientación futurista, junto con los elementos de colonización espacial, permite a la película abordar no solo los miedos individuales, sino también los miedos colectivos de una sociedad que se dirige hacia un futuro oscuro.
A pesar de sus momentos perturbadores y visualmente impactantes, Mickey 17 no es una película apta para todos los públicos. La carga emocional y filosófica de la trama, sumada a un ritmo que en ocasiones puede parecer lento y monótono, exige una atención profunda por parte del espectador. Sin embargo, la interpretación de Pattinson es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Su actuación, cargada de matices y emociones complejas, es quizás la mejor que ha realizado en años, y no sería sorprendente que fuera considerado para una nominación al Globo de Oro, especialmente en la categoría de comedia, dado el tono oscuro y sarcástico que caracteriza la película.
En resumen, Mickey 17 es mucho más que una película de ciencia ficción sobre clones y colonización espacial. Es una reflexión profunda sobre la vida, la muerte, el trabajo y la humanidad, en un contexto donde la existencia misma está en juego. Bong Joon Ho logra fusionar la comedia negra con la crítica social y política de manera brillante, mientras que Pattinson entrega una de las mejores actuaciones de su carrera. Sin duda, una película que deja una huella duradera en la mente del espectador.
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