«Los hijos de otros» una reflexión sobre  ¿Qué define a una mujer? el ser madre o mujer

por Catalina Donoso

Si eres amante del cine francés te cuento que llega un nuevo estreno a las salas de cine la película «Los hijos de otros»  una película sencilla, pero humana, natural que representa la vida cotidiana de muchas mujeres de este  milenio,  el film es de la directora francesa Rebecca Zlotowski. 

La película ha sido reconocida mundialmente siendo esta  nominada con un León de Oro como Mejor película, durante su presentación en 79 Festival de Venecia 2022, además nominada por Giraldillo de Oro como Mejor película durante el 19 Festival de Sevilla de cine europeo.

 Este film es potente y conmovedor pues nos presenta  el sentido de la paternidad por parte de un hombre divorciado como Ali, como es la vida en pareja cuando se tiene hijos fuera del matrimonio, además  nos invita a una reflexión sobre la maternidad y la presión social, en torno a las mujeres.

La película nos cuenta la historia de Rachel una bella y dulce maestra de enseñanza media, que quiere mucho a sus estudiantes, los entiende y los apoya, no solo los apoya en sus los estudios, sino también en su formación como seres humanos, ante la sociedad. 

Rachel de unos 40 años, lleva una vida apacible con sus estudiantes, asiste a la escuela de guitarra y comparte gratos momentos con sus compañeros. Mantiene una relación de amistad sana con su ex marido, sin embargo de esta relación no tuvo ningún hijo.

 El tiempo pasa y esa zona de confort comienza a quebrantarse por qué el reloj comienza a sonar más fuerte con la presión biológica de la maternidad.

El tiempo pasa y establece una relación con Ali, un compañero de curso durante sus clases de guitarra, Ali es divorciado y tiene una pequeña niña llamada Leila de 5 años, la pequeña es bien dulce y durante los días que le corresponde la tutela se aloja con su padre. 

La relación entre Rachel y Ali va progresando cada vez más, una pareja ya madura y relajada que se da una segunda oportunidad en la vida para volver amar a sus 40 años, una etapa en la vida  que aún se es joven ante la vida y queda bastante por entregar.

Un buen día Rachel decide dar un paso más  en la relación cuando le pregunta a Ali, que desea conocer a su pequeña hija, Rachel se encariña tanto con la niña que nace entre ellas una bella relación. Su amor hacia Leila despierta en Rachel ese anhelado deseo maternal en la cual se ve reflejado en los cuidados que ella le entrega a la niña. Sin embargo para Ali este acto maternal pasa convenientemente  su relación  a mero servicio de niñera y Rachel cuida a su hija como si fuera suya, sin embargo, Rachel jamás podrá competir con el amor de madre y al final de la jornada es la madre la que se lleva  siempre se queda con la niña.

No hay nada más triste para una mujer que no tiene niños que encariñarse con los hijos de otros   y tener que al final de la jornada que entregarlos a sus padres,  la tristeza y el sentimiento de vacío es enorme , pero pocas veces sale a la luz.

El tiempo pasa y no pasa en vano para una mujer y Rachel comienza a angustiarse porque ve que su vida se va avanzando con pasos agigantados, que su Dr. interpretado por Frederick Wiseman, le va presionando por su reloj biológico y ella se va quedando sin la oportunidad de cumplir su anhelado deseo de ser madre.

Será entonces cuando la película haga reflexionar al espectador, que son las relaciones, como pueden coexistir una relación ya madura con hijos de otras parejas anteriores, como se divide un hombre que tiene hijos y llega una nueva mujer a su vida, como le presenta esos  hijos a su nueva pareja y como es la relación entre la ex y la nueva novia, un dilema incómodo y difícil por la cual muchos hombres pasan durante su vida. 

 A su vez la película plantea la mujer y el tiempo, cuando es adecuado tener hijos que puede hacer una mujer cuando anhela tener hijos pero su pareja no los desea tanto como ella y el reloj corre sin compasión, esa y muchas preguntas deja esta película sobre la mesa.

Pero también me gustaría comentar sobre un grupo de mujeres, que se las tienen ahí olvidadas en el tintero y se las margina sin tener ni la oportunidad de defenderse.

Son las madres sin parto, hay muchas mujeres en la sociedad tías, maestras, educadoras, niñeras que cuidan a niños con amor y cariño tanto o más que las mismas madres, pero no se las considera como tal, es más muchas veces se suele decir esta frase “que sabes tu si no eres madre” una frase muy dura e hiriente para la mujer que por alguna u otra razón, no ha dado a luz pero que es una madraza para cuidar ese pequeño y lo llena de cariño.

Es ahí cuando debes hacer un alto ante la sociedad y analizar quién es este grupo de mujeres y ciudadanos que han recibido una constante discriminacion ante la vida y nadie hace algo. Porque durante mucho tiempo se ha defendido la igualdad de sexo, la inclusion y los etc son muchos. Pero por cientos de años ha habido una gran discriminacion a la mujer que no ha tenido hijos, se la cuestiona, se le ha abandonado y se la juzga, como si esta fuera una mala mujer, egoísta que deseó más su carrera y vida personal, que la de formar una familia. Como si fuera una mujer marginada a quien nadie la ha querido.

Hasta la fecha hoy en el milenio siempre se la  ha apuntado con el dedo “ella no tiene hijos” no se le respeta, se cuestiona ¿Qué fue lo que pasó? Es más, cada mujer se pregunta sobre sus hijos como si esto se diera por hecho que por el mero factor de ser mujer debe tener hijos.

La sociedad cada vez se ha hecho más compleja, ahora los matrimonios no duran tanto como antes y los hijos nacen como caídos del cielo, en vez de organizarse en un matrimonio. Lo que nos produce un gran grupo de padres separados con hijos y de tanto en tanto llega una mujer a una relación sin hijos, y por la edad ya más madura se ve forzada aceptar los hijos de las relaciones anteriores, entonces no queda más que acoplarse a este nuevo estilo de vida y aceptar la situación si quiere tener una pareja.

Curiosamente los comentarios más duros hacia las mujeres que no tienen hijos, suelen venir de las mismas mujeres, quienes conscientemente suelen discriminar y maltratar con palabras muy hirientes.

La película «Los hijos de otros» toca un tema muy relevante, no tabú pero sí muy juzgado por la sociedad, manteniéndose ahí olvidado como si la víctima ni tuviera el derecho a defenderse. 

La interpretación de Virginie Efira es fabulosa, amena y muy natural con una gran sensibilidad que enamora al espectador, con su cariño pero también con sus frustraciones ante la vida. Cuenta con el elenco de Roschdy Zem, Antonia Buresi, Yamée Couture

Me gustan estas películas que nos muestra una realidad latente que le pasa a muchas personas y debemos tomar más conciencia de cómo tratar a las personas a todas por igual y con amor. Porque toda persona es digna y merece amor y consideración.